jueves, 27 de junio de 2013

La indecisión en la dirección



En la vida cotidiana, desde la infancia los seres humanos aprenden a tomar  decisiones simples o complejas, como plantea el siguiente video:



Por su parte, la toma de decisiones en la dirección de una organización es importante en vista de que impulsa el dinamismo interno y externo de ésta; por tanto, si existe postergación negativa o indecisión los procesos que se realizan en la institución se verán afectados, disminuyendo la eficacia, eficiencia y productividad.

La “postergación negativa” se refiere a la “parálisis por análisis”, que se origina cuando se estudia tanto un problema que la toma de decisiones se deja en un segundo plano. Sin embargo, existe una postergación a corto plazo que puede ser ventajosa en la solución de un problema, en vista de que permite analizarlo con mayor exactitud pero sin perder el objetivo principal: resolver la situación.

Los diversos factores que propician la indecisión, según los expertos, son:

  •    Indeterminación. Precisión de los objetivos (resultados) esperados, las estrategias y medios para alcanzarlos, los recursos disponibles, entre otros.

  •  Insuficiente información. Sobre los antecedentes del problema, experiencias anteriores y, principalmente, sobre la situación futura del entorno y resultados esperados.

  •    Inoportunidad. Considerar que el momento y las circunstancias no son las mejores para adoptar una decisión.

  •   Sensación de precipitación o improvisación. Falta de seguridad, percepción de que el problema no está suficientemente “maduro” para atacarlo.

  •   Desorganización. Imprecisión de roles en una estructura, dispersión de documentación relevante, ausencia de políticas y procedimientos

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